vistas que deslumbran

Despertar frente al mar es una experiencia única. Paolo es un anfitrión excepcional, siempre disponible y lleno de recomendaciones útiles para explorar Cinque Terre. La habitación estaba bien equipada, con cafetera y agua, lo que hizo nuestra estancia aún más cómoda.

El acceso al hotel implica subir varias escaleras, lo que puede ser un desafío, especialmente si llevas mucho equipaje. Además, la zona puede ser ruidosa por la noche debido a los restaurantes cercanos, aunque se calma después de la medianoche.

Las vistas desde nuestra habitación eran impresionantes, especialmente al atardecer, lo que realmente hizo que nuestra estancia fuera mágica.

El acceso al hotel requiere subir muchas escaleras, lo que puede ser un poco complicado si llevas mucho equipaje.

a Vistas al mar
b Trato excepcional
c Detalles acogedores

a Escaleras empinadas
b Ruido nocturno
c Wi-Fi inestable

La vista desde la habitación era espectacular, especialmente al amanecer.

El acceso al hotel es complicado debido a las escaleras empinadas. Además, tuve que esperar más de 30 minutos para que el dueño nos asistiera con el aparcamiento, lo que generó mucha frustración. A pesar de que se me había avisado sobre la llegada con tiempo, la falta de organización en este aspecto hizo que el inicio de mi estancia fuera muy incómodo.

La habitación con balcón y vistas al mar fue un punto alto de mi estancia. En cada ocasión que pasé tiempo en la habitación, disfruté viendo el mar. Paolo me ayudó con varias recomendaciones, fue genial para planear mis días. Además, la ubicación me permitió disfrutar de todo lo que la zona ofrecía. Sin duda, una experiencia que vale la pena.

El acceso requiere subir escaleras, lo que puede ser un reto. El Wi-Fi a veces no era muy estable, lo que complicó cosas.

me encantó el mapa personalizado que nos dio el anfitrión para explorar la zona. las escaleras son bastante cansadas, asegúrense de estar preparados.

Ubicación de lujo, vistas espectaculares y un anfitrión genial que te trata como en casa. Ideal para los que aman caminar y disfrutar del mar. Eso sí, las escaleras son un poco desafiantes, pero vale la pena.

La habitación tenía un balcón con vistas al mar que eran simplemente espectaculares, ideal para relajarse al despertar. Paolo fue un anfitrión increíble, siempre dispuesto a brindar recomendaciones personalizadas. Sin embargo, las escaleras para acceder al hotel son un desafío, especialmente si llevas mucho equipaje, y el Wi-Fi pasó algunos momentos inestables, lo que dificultó la conexión. A pesar de esto, la experiencia fue muy agradable.

La decoración de la habitación era encantadora, con un toque rústico gracias a las paredes de piedra. Además, la vista al mar desde el balcón era espectacular y disfrutar del sonido de las olas fue increíble.

Sería ideal tener más espacio para el equipaje.

El aire acondicionado funcionó genial, pero el Wi-Fi era inestable. La ubicación es perfecta.

Un lugar encantador con vistas impresionantes

Nuestro estadía fue perfecta, el trato del personal fue excepcional. Las terrazas ofrecían vistas de ensueño, ideales para relajarse, mientras que la decoración sencilla le daba un aire acogedor. Para los que busquen tranquilidad, esta es una elección increíble. Recuerden traer protector solar para disfrutar del sol.

La habitación tenía unas vistas al mar espectaculares, ¡casi como de postal! Era bastante amplia y cómoda, ideal para relajarse. Nos dejaron agua, café y té, un detallazo muy apreciado. La decoración con paredes de piedra le daba un toque rústico. Despertar con el sonido de las olas fue una experiencia increíble. Eso sí, la conexión Wi-Fi a veces fallaba un poco, y quizás un poco más de espacio para el equipaje habría sido genial.

Todo increíble! Excellence en atención al cliente, vistas espectaculares, limpieza impecable.